DÍA 8 (23-11-2018): SUKHOTAI Y SU PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

En el programa de hoy tengo hacer la visita cultural al parque histórico como debe hacerse, por la mañana y visitando cada uno de los monumentos. La zona está dividida en una zona central, que es donde he estado todo el tiempo, más una zona norte y una zona este. La distancia entre cada zona ronda los 2 y 4 km. Así que mi idea es intentar visitar las zonas que me faltan y la que tengo más trillada, verla con detenimiento.

Y mi idea era esa, solo que Naracha me propuso ayer ir con ella a hacer una ofrenda a unos monjes. En principio le dije que si, porque pensé que podría ser curioso.  

A las 6.00 hablamos quedado en la zona de recepción. Tras una pequeña parada en el mercado para comprar algunas flores, nos dirigimos al templo Wat Traphang Thong Lang, donde cada día se hace una ceremonia a las 6.30 de la mañana. 

Tras la misma, los monjes pasan por el puente de madera y recogen las ofrendas

Después nos entretenemos a hacer algunas fotos, a la estupa, el dong....

De ahí a casa a desayunar y con la bici a recorrer las ruinas. 

Intentar explicar las distintas estructuras me llevaría mucho tiempo que no dispongo, así que subo alguna fotito para documentarlo, jeje

Empecé, eso sí, por la zona central...

Y ya cuando el calor es insoportable, a eso de media mañana 12.00, me voy a intentar hacer una siesta....digo intentar, porque yo no se que me pasa en este país que no puedo dormir....

Total que después de una hora y pico dando vueltas en ese colchón duro como el suelo, me levanto y me organizo la ruta. Esta vez voy a la zona norte a ver el Wat Si Chum

y de aquí mi idea era ir a la zona Oeste, pero vi unas señales para ver el buda dorado, así que tiré para allá, ya que estaba....

Y se me ocurre, teniendo en cuenta mi superorientación, acortar el camino de vuelta...

Pero cual fue mi sorpresa cuando empiezo a seguir una ruta que hay en bici (parece ser que había llegado a la zona final) y me meto por un poblado local. 

Hasta ahí todo bien, pero cuando de repente dejo de ver en el suelo los dibujos de bicicletas, y veo a un tailandés tipico de las películas, tatuado, en moto, que me mira, que me adelanta y que tiene toda la espalda tatuada y que va despacio....me entra un no se que en el cuerpo, que decido darme la vuelta, volver sobre mis pasos e ir por el camino conocido, vayamos a arriesgarnos ahora.

Y como son más de las 3.30, el hambre empieza a hacer mella....voy al mercado, me compro una salchica, una piña y para el siguiente destino...

Casualidades de la vida, me encuentro la señal de inicio del sendero de las bicis....jajaja

En el Wat Chang Long solo hay una familia...así que todo para mi...jeje

 Y aunque ya se está poniendo el sol....yo toi muy cansadita, toca volver a casa, hacer las maletas, pagar mi cuenta, cenar y dar el día por acabado.