DIA 7 (22-11-2018): LOY KRATHONG IN SUKHOTHAI

El Loy Krathong es una de las festividades más importantes de Tailandia, también conocida como el festival de las velas y las balsas.

Suele ser en Noviembre pero exactamente es en el duodécimo mes lunar del calendario budista, aunque su origen parece que proviene del Diwali hinduista en el que se depositan lamparillas flotantes sobre el Ganges como expresión de gratitud a la deidad del río por la vida otorgada a lo largo del año.

Durante ésta fiesta la tradición marca "flotar" (loy) una "balsa" (Krathong), hecha de hojas de plátano, sobre tronco del mismo árbol y decorado con flores, velas e incienso, como símbolo de echar con ella los malos espíritus, las malas vibraciones y que el agua se los lleve. Ésta festividad empezó en Sukhothai, pero actualmente se celebra en muchas ciudades tailandesas, como en Bangkok y Chiang Mai, pero a mi me apetecía vivir la más auténtica.

Esta mañana quería dormir, como todos los últimos días, pero no se que me pasa que desde que he llegado al país el dormir y yo no somos uno. Así que a las 8.30 ya estoy en pie y voy a desayunar. Hay varias opciones a elegir, pero al final me quedo con el desayuno americano, porque comer sopa de noodles a esta hora no me apetece mucho….jajaja

Mi idea inicial es descansar algo durante la mañana aunque sí tenía que hacer un par de “encargos” en la ciudad. 

Tenía pensado ir a la ciudad nueva que está a 12 km de mi ubicación para comprar el billete de autobús para volver a Bangkok. Es la única opción que en el punto de información turística del aeropuerto de Bangkok me dieron y ya ahí luego buscar un taxi para ir a Khao Yai National Park, que será mi nuevo destino. La idea no me gusta nada porque parece que son 7 h para llegar a Bangkok y luego 3 para el siguiente tramo…..pero bueno, esta vez tengo tiempo y los billetes de avión con tan poca antelación se han puesto prohibitivos. 

Naracha me comenta que no es necesario, que puedo comprar el billete en la estación que hay en la ciudad vieja. Me da un mapa y alquilo una bici para mis desplazamientos en la misma.

A la bici no le van mucho los frenos, así que intentaré ir con cuidado para no pegármela contra cualquiera…jajaja

Así que mi primera parada es la estación de autobuses, comprar el billete y ya que estoy en la zona ir al mercado local. 

Me sorprenden algunos puestos, como el del pescado, porque tienen a los peces vivos en una zona con agua y cuando dices el que quieres te lo matan y limpian. Así que seguro comes pescado fresco, jeje. Otro que me hace gracia es el del cerdo, la fruta recortada y una señora mayor que está haciendo como unos “crackers” locales con brasas allí mismo…curioso.

Luego intento buscar una tarjeta SIM local para mi movil, pero eso sí es misión imposible, yo la que necesito es para llamadas a España y locales, pero las que tienen son de datos…así que después de intentarlo en 4 sitios desisto y decido dar una vuelta tomando calles alternativas para conocer distintos sitios.

En el camino de vuelta a casa, veo a los chicos preparando los fuegos artificiales para la noche, así que les pregunto a que hora van a ser, porque en la oficina de la entrada al parque, no me entendían ni me daban ninguna indicación para esta festividad.

Me dijeron a las 20.00, pero ya os adelanto que a esa hora no fueron.....jejeje

Y tras unas horas de ruta, decido volver al alojamiento, porque hace mucho calor y quería hacer una siesta antes de quedar con Natacha para hacer nuestros Kratongs (ayer cuando le pregunté si les enseñaban en el cole a hacerlos, me dijo que me enseñaría a hacer uno hoy).

Y después de comer nos pusimos al lío. 

Realmente se hace con la zona central de la platanera y con hojas del plátano. Se cortan al ancho de unas 7-8 “lineas” de la hoja y se doblan en varios pliegues, luego se cosen en línea (lo de la línea lo aprendería después de tener como 4 dobleces puestas y sujetas con puntos de sutura….jajaja). La verdad que mientras los estamos haciendo pasamos un rato agradable, me cuenta como decidió montar el resort y tras trabajar como 12 o 14 años de abogada en Chiang Mai, volvió a su lugar de nacimiento a crear su Resort. 

Mientras que estábamos doblando las hojas del plátano, vino la madre y nos enseñó un modo de doblez diferente, de modo que yo me animé a hacer alguno más. 

También aparecieron por allí sus sobrinos que nos trajeron las flores. La verdad que el resultado final quedó espectacular. Quedaba la velita, pero dice que no tenía (que mona) pero puso unas véngalas que sí tenía.

Quedamos, ya que ella se iba a quedar jugando con los sobrinos un rato y yo iba a fotografiar el atardecer y alguna actuación, en que a las 20.00 nos veríamos en la zona de “Amazing Thailand” y que llevaría los Kratongs. También me dijo que podía dejar la bici en el puesto de telas de sus amigos, por el que pasamos el día anterior. 

Así que voy de nuevo a por la bici, la aparco en el lugar indicado y empiezo la ruta. Hay puestos de todo tipo, culturales, en los que te enseñan labores típicas como la del herrero, trillar el arroz, las artes marciales, los lanzallamas, los juegos infantiles con barras de bambú.

Y cómo se acerca el atardecer, me acerco a hacer alguna foto del mismo.

Y decido comer algo, porque con tanto puesto de comida…. me ha empezado a entrar hambre. Como una mazorca de maíz (que rica por favor) y luego me decido por unas bolitas de cerdo, en el puesto había una señora muy amable que me daba las indicaciones…jajaja

La verdad que todo rico rico. 

Y en un periquete se hizo la hora a la que había quedado con Naracha, me acerco a ver si la bici sigue en su sitio y allí la veo con nuestros pequeños Kratongs. Le pregunto si hay alguna hora establecida o algún momento en el que se colocan en el agua todos a la vez, y me dice que no, que cada uno lo va poniendo cuando quiere.

Decidimos hacernos algunas fotos, con algunos de los monumentos del parque, y tras eso vamos a un sitio donde el acceso al agua está colocado para que podamos ir. Me doy cuenta que ahora nuestro Kratong tiene velitas, y me dice que si, que las compró y colocó para que pudiéramos encenderlas.

Hacemos lo que está estipulado y en breve ella marcha de nuevo. Yo voy al show de luces y colores de nuevo. Intenté enterarme más del hilo conductor, ya que hacen una representación de una batalla y como la princesa coloca su Kratong en el agua, pero como el narrador hablaba tailandés, digamos que uno se imagina la historia por la representación que hacen.

La verdad que el espectáculo de luces y sonido es espectacular, además las personas que actúan son los estudiantes de artes escénicas de Sukhothai.

Acabado el show, ya es hora de recogerse, es cierto que quería esperar a la gran noche, que era hoy, día de luna llena, pero con tanta actividad mi cuerpo empieza a pasar factura, de modo que voy a recoger mi bici y de camino a la salida, veo que no voy a poder pasar tan fácilmente, porque precisamente he ido por donde van a estar las autoridades para la ceremonia oficial. 

De modo que decido buscar un hueco entre la multitud y ver. Justo encuentro el hueco donde están los medios de comunicación. En el que explican que las autoridades van a encender cada una un Krathong. Empieza el rey, hace la ceremonia correspondiente y 10 minutos más tarde su Krathong al agua. Ahora le toca a la princesa que hace lo propio y a los 10 minutos su Krahtong al agua. Veo la fila de los que quedan y cuento 8. Son las 23.20 de la noche y se que cuando acabe hay gran espectáculo de fuegos artificiales, pero también me habían dicho que los fuegos hoy eran a las 20.00 y a esa hora nada de nada. 

Si hubiera estado acompañada, seguramente habría aguantado hasta el final, pero al estar sola, mi cuerpo decide volver a casa, darme una ducha y dar por finalizado el día de hoy.